CULTIVO EXTERIOR



PRÓLOGO

Los detalles que se comentan son perfectos para un cultivo exterior casero, discreto, controlado, y productivo...
Bien, pues así es como a través de los siglos el hombre ha cultivado, y así lo contamos.

Todo lo que aquí se informa está sacado de experiencias personales de cultivadores caseros, junto con datos recopilados de libros y reportajes sobre el cannabis de otros cultivadores expertos. Existen más detalles técnicos para cultivar, sin embargo estas son las reglas básicas naturales y perfectas para tener un éxito al 100%; lo demás, quizá con el tiempo y la experiencia pueda ser de utilidad complementaria, aunque los resultados son prácticamente los mismos.

CONCEPTOS BÁSICOS A TENER EN CUENTA.

El Cannabis es una planta que necesita un entorno adecuado y unos cuidados específicos como cualquier otra planta de la naturaleza, ni más, ni menos.
El hecho de que esta planta esté perseguida y condenada a la clandestinidad, no significa que sea un bicho raro, que para su cultivo haya que saber ingeniería o conocer reglas diferentes de las de cualquier otro vegetal, por lo que lo primero que hay que hacer es tener claro que cualquiera puede ser capaz de cultivarla aunque no sepa leer ni escribir, así que el primer paso para cultivar, es dejar de creer que es difícil o imposible para ti.
La Marihuana es una planta que puede ser tanto Macho como Hembra (diódica), aunque las que colocan e interesan son las hembras, los machos sirven para polinizar, por lo que si nuestra intención es obtener una "sin semilla" para consumo, es necesario deshacerse de los machos en el momento que nos demos cuenta, así que lo mejor es quitarlos y borrarlos del mapa, ya que si los dejamos crecer (aún aparte de las hembras), podremos tener problemas, debido a que el polen de las flores del macho puede viajar hasta nuestras hembras incluso pegado a nuestra ropa.
El conocimiento de los requisitos naturales de la planta es la base del cultivo. Así, hemos de tener claro cuáles son las condiciones que la naturaleza demanda para esta planta y, a partir de ahí, sabremos lo que necesita en las diferentes fases de un cultivo, y también cómo mejorar estas condiciones para obtener mejores resultados si nos apetece, o sea, que sabiendo esto podremos adaptar el cultivo a nuestro entorno más tranquilamente y sabiendo cómo obtendremos mejores resultados.

ÉPOCA
La mejor época para un cultivo seguro y correcto viene determinada por la situación geográfica. Por regla general la mejor para empezar es la primavera, ya que es cuando las horas de Sol aumentan, las temperaturas alcanzan al menos los 15º, y por las noches nos evitamos las heladas que podrían terminar con nuestra planta favorita. Así que cada uno, sabiendo las reglas para cultivar, podremos decidir, según donde vivamos, la temporada idónea para comenzar un cultivo (El cannabis no crece bien a temperaturas menores de 10, 12ºC, y si lo hace sería muy lentamente y con alta probabilidad de que salgan machos). Tampoco es bueno que estén a Tas superiores a 29, 30ºC aproximadamente, ya que sufre, muere, se estanca o se convierte en macho aún siendo hembra.
Por supuesto en el Norte de Europa o América, comenzaríamos el cultivo exterior en época de verano, cuando en el centro o sur podríamos empezar a la entrada de la primavera, o antes cuanto más al sur estemos hasta el ecuador (o al norte si nos encontramos en el hemisferio sur), y por esta regla cuanto más nos acerquemos al Ecuador, antes podremos empezar, y en zonas cercanas al ecuador ni tendríamos que preocuparnos, ya que podríamos hacerlo durante todo el año (completando fotoperiodo si las horas de Sol y claridad no llegan a las 16 horas).
También si el invierno no es helado y tenemos un buen sitio donde dé el sol y esté protegido del frío, siempre hay la posibilidad de cultivar en invierno a buena temperatura y completando horas de fotoperiodo con luz artificial y con unos pocos cuidados más, pero eso ya está en otro apartado.

LUGAR
Es importantísima para un buen crecimiento una orientación Sur, ya que es la orientación donde se recibe todo el sol desde que sale hasta que se pone, y si está cubierto del norte mejor para evitar las corrientes de aire frío en los 1os meses de cultivo si aún hace frío, ya que la temperatura ideal para la planta son de 20 a 29ºC aprox., y si la temperatura es más o menos constante, mejor aún para que no sufra cambios bruscos.
Hay que procurar también un lugar donde el sol le dé el máximo de horas posibles, que esté poco tapado por vallas, paredes, edificios altos... etc., ya que lo que se busca es el sol directo sobre todo, y si es en maceta siempre se puede cambiar de sitio mañana y tarde, para aprovechar todas las horas de SOL hasta que se ponga: a más sol, mejor rendimiento.

LUZ
- En época de crecimiento.
El cannabis necesita para crecer, un mínimo de 6 a 9 horas aprox. de Sol directo, así como otras tantas de claridad hasta completar mínimo 16 a 18 horas al día, mejorando el crecimiento cuanto más horas de Sol directo tengan al día. Si en época de crecimiento no llegamos a 16 horas de fotoperiodo diario, crecerán más lentas y echarían a florecer en el momento que alcanzaran una altura mínima.
- En época de floración.
Es la época donde los cogollos se forman y se llenan de resina. En esta época la planta necesita no más de 12 horas de Sol y claridad al día (de la que al menos 8 o 9 deberían ser de Sol directo para mejor rendimiento), por lo que al notar 12 horas de oscuridad total al día, la planta activa una hormona que es la encargada de la floración de la planta.

TIERRA
Aunque existen muchas recetas para obtener una tierra perfecta para el cultivo del cannabis, es imprescindible conocer cuáles son los requisitos de una buena tierra para que crezca y se desarrolle a gusto y sin problemas.
La tierra va a determinar en gran medida el crecimiento y desarrollo de la planta, por lo que para ser claros, necesitaremos una tierra que sea esponjosa y no se apelmace, bien aireada, y también que sea capaz de retener la humedad.
Lo más fácil para conseguir buena tierra es acudir a comprarla, ya sea en un vivero, en un hipermercado, un growshop... etc. etc., que además vienen ya preparadas y abonadas para al menos los primeros quince días, (en los grandes almacenes la casa COMPO tiene un substrato con perlita que es muy bueno y sale barato).
Si alguno no quiere comprar tierra, puede usar cualquier tipo de tierra o mezcla que reúna estos requisitos, y elementos que permitan a las raíces obtener agua, nutrientes y abono con facilidad, como perlita, humus de gusano, turba, lava volcánica... etc., procurando que la tierra que se use esté libre de bichos, semillas y malas hierbas.
Lo más aconsejable y más barato es comprarla preparada, ya que si compramos las tierras y elementos para mezclar por separado nos resultaría más trabajoso y caro.

AGUA
En cuanto al agua, nada especial, sólo que el PH se encuentre a ser posible entre 5,5 y 7,5 y que no esté muy clorada, pero es muy difícil el caso de agua corriente con un PH tan desproporcionado que mate a una planta, más bien se notaría en una menor producción en cogollos. Incluso en el Mediterráneo Español, donde es más dura que las piedras, no hay problemas que supongan gravedad, aunque si alguien es sibarita y busca la perfección o le apetece controlar el PH del agua de riego, en los grows hay medidores y correctores para tal efecto.
También hay cultivadores que almacenan agua de lluvia y la mezclan con mineral y otro poco del grifo,otros cultivadores utilizan el agua de las maquinas de aire  o algunos que mezclan destilada con mineral y del grifo + un par de gotitas de abono líquido... en fin, que tampoco es un tema para ahondar, hay miles de cultivadores que lo hacen con agua mala del grifo y cosechan buenos cogollos, eso si, todo sea dicho, un agua muy clorada trae problemas, y un PH desproporcionado hace que la cosecha pueda ser algo menor.
Para evitar el cloro, que es malo malísimo, lo mejor es almacenar el agua en una nevera de playa bidón, y dejarla reposar un par de días; así tendremos agua limpia de cloro malvado.

ABONO
El abono es el alimento principal de la planta, y aunque cultivemos en exterior es necesario aportarlos a la tierra para que las raíces se alimenten. Los abonos más cómodos son los líquidos, ya que se disuelven antes y se reparten antes por la tierra, aunque no creamos que son líquidos al 100%, porque cuando llevan un tiempo en la tierra se hacen como cristalitos sólidos, pero son la forma más cómoda de abonar, ya que los sólidos son más complicados para controlar medidas y si no estamos atentos se nos puede ir de las manos.
También existe la opción de usar abonos naturales como guano, humus de gusano... etc., pero así por separado cuesta más buscarlos y también sale más caro.
Para el ciclo completo de cultivo necesitaremos dos tipos de abono:
- Uno para CRECIMIENTO con mayor contenido en nitrógeno que en fósforo y potasio, por lo que para el tiempo de crecimiento abonaremos con un abono tipo NPK-5,3,3 suavecito, hasta un 7,5,5 mediano.
- Y otro para FLORACIÓN con menos nitrógeno que fósforo y potasio, como un NPK 1,3,3 a 5,7,7, o aproximado.
Aunque desde aquí no recomendamos superabonos más fuertes tipo TURBO-INYECCIÓN por la vena, los hay que rinden mucho, pero luego se nota en el producto. Imaginaos que pasa como en la fruta, la más grande y la que se cosecha antes no tiene por qué ser la más buena, aunque luego puedes vacilar un güebo con los colegas jejejejejeje.

MACETA
Una planta por tiesto
Es bastante común plantar varias semillas en una maceta, pero esto no es bueno por diferentes razones. La 1ª es que si las raíces se tocan el desarrollo es menor. También a la hora de retirar los machos podríamos dañar las raíces de las hembras que haya en la maceta, y si cortamos el tallo, siempre habrá una raíz inútil ocupando espacio en el tiesto. Tampoco es aconsejable ya que si crecen varias plantas con todas sus ramas apelotonadas el sol no llegará a muchos sitios, por lo que los cogollos en su momento serían pequeños y raquíticos.
Es aconsejable pues un tiesto por planta, y nos evitaremos estos problemas.

Fragilidad del tallo
Cuando una semilla está recién germinada y plantada el tallo crece bastantes cm y muy delgado hasta los cotiledones; esto puede dar problemas ya que en ese momento es tan frágil que el viento o algún animalito puede destrozarla, por lo cual es aconsejable que la maceta donde pongamos la semilla no se llene de tierra hasta el borde, sino que es mejor dejar los 4 ó 5 cm superiores del tiesto sin llenar de tierra; así, cuando el tallo crezca bastante, hasta que aparezca el 1er par de hojas reales, se cubre todo con tierra hasta un cm o dos por debajo de los cotiledones. De esta forma ese trozo de tallo cubierto enraizará y se hará más resistente la planta en sus primeras semanas de vida

La maceta
Lo primero que habrá que hacer es pillar una maceta lo más adecuada posible, éstas son las típicas de tiesto, ya que son las que dejan transpirar, y aunque en épocas de calor o viento pidan más agua, siempre es mejor regar más, que ver cocerse las raíces. Las de plástico no son las más adecuadas porque no dejan transpirar bien y además se calientan más y hacen que las raíces corran el riesgo de cocerse literalmente, por lo que si prefieres de plástico, procura que sea blanco, que al menos no calentará tanto.
En los "Todo 0,60€" hay macetas de tiesto y de plástico que salen bien de precio y funcionan.
En cuanto al tamaño de la maceta, conviene más una de 30cm. de diámetro o un poco más para que las raíces tengan sitio suficiente para una planta de metroymedio o poco más, pero si se trata de ser discreto, mejor de 25cm de diámetro; aunque las plantas salgan más pequeñas, se puede cosechar una buena cogollada y alcanzar el metro o metro y pico. Cuanto más pequeña la maceta, más pequeña la planta y antes se llena de raíces, pero la cosecha sigue siendo buena, y el balcón, patio o terraza dará menos el cante.
¡¡¡IMPORTANTE!!!, que no se le olvide a nadie poner un par de dedos de altura de piedras en el fondo de la maceta como drenaje (cualquier piedra más bien redondeada y que no se cuele por el agujerillo inferior de la maceta), es la mejor forma de evitar problemas de falta de aireación o estancamiento de agua en el fondo del tiesto, ya que si esto puede traernos problemas, y serios.
Si en vez de en maceta te apetece cultivar en suelo, solo hay que hacer un agujero de unos 50cm. de profundo por 50cm. de ancho, y meter ahí buena mezcla o un par de sacos de tierra comprada, o en caso de querer meter tierra normal, usar una mezcla con materiales que hemos comentado antes y procurar limpiarla de huevos y semillas o malas hierbas.

Proteger las raíces de temperaturas extremas
Las raíces son tan frágiles que cualquier exceso o defecto de temperaturas les afectan de tal forma que la planta puede sufrir y volverse macho o morir.
Para protegerlas del calor, una idea buena es rodear el tiesto con unos folios blancos o cartulina blanca, con lo cual el tiesto quedará a cubierto de las temperaturas malas, impidiendo que las raíces se cuezan o pasen frío, y al ser la maceta diagonal hacia el suelo, al rodearla con los folios o cartulina, estos quedarían rectos hacia el suelo, y siempre queda una cámara de aire más fresco y así el tiesto sigue transpirando tranquilamente, y el calor no le afecta nada al tiesto ni a la raíz. Este método sirve también para resguardarla si hace frío.
Otro truco bueno para cuando es verano seco y caluroso a tope es, aparte de lo dicho, coger un barreño donde en el centro colocaremos cuatro ladrillos de dos en dos, y lo llenamos de agua hasta casi cubrir los ladrillos. Es entonces cuando cogemos la maceta, la ponemos encima de los ladrillos dentro del barreño sin que le llegue al agua al tiesto, y la dejamos ahí para que la humedad del agua del barreño desprendida por el calor vaya evaporándose y humedeciendo la planta.
También es importante en estos casos pulverizar la planta con un pulverizador de agua (siempre que no esté en floración), al atardecer y al amanecer que no pegue mucho el sol, ya que las gotas de agua que quedan en las hojas las pueden quemar haciendo un efecto lupa.

PLANIFICANDO EL CULTIVO

Bueno, pues ya que conocemos las reglas básicas nos toca planear el cultivo, para esto hemos de conocer bien el lugar, y a qué hora y en qué esquina empieza a dar el sol, a qué hora y por qué esquina se pone... etc. Así sabremos cómo colocar los tiestos al cabo del día para que no pierdan ni gota de sol, ni en pleno día se vean sombreadas por la fachada del vecino, o el tocho de árbol del parque que nos tapa el sol dos horas al día..., o cómo resguardarla de los vientos fuertes o helados que puedan perjudicar nuestras plantas secándolas mucho, quebrándolas, o arrancando glándulas de THC cuando estén cogollando... etc. Siempre hemos de tener en cuenta que en maceta podemos crear o adaptar un ecosistema lo más favorable posible para las plantas, ya que a mejores condiciones, mayor rendimiento y mejor calidad, además de darnos menos problemas o quebraderos de cabeza.
Si el cultivo es en suelo, habrá que buscar el lugar idóneo donde dé más horas el Sol, pudiendo en momentos de mucho viento o condiciones adversas montar una especie de invernadero protector portátil con cuatro palos y unos plásticos, por ejemplo.
Bien, pues suponiendo que ahora ya conocemos las reglas básicas podemos ir al siguiente apartado.


GERMINACIÓN

La germinación es el proceso con el que la semilla cobra vida, para esto es importante tener claro que la semilla necesita: humedad, temperatura adecuada (entre 20º y 28ºC aprox.), y aire para oxigenarse.
La germinación se puede hacer en la misma tierra, usando aparatos específicos de venta en comercios del ramo, o usar un método casero, fácil y tan efectivo como cualquiera.
Las semillas en su interior ya tienen raíz, tallo, los cotiledones y el 1er par de hojas reales muy pequeños, perfectamente plegados dentro, sólo esperan la humedad para poder nacer.
Existen varias formas de germinar una semilla, desde la misma tierra, pasando por todo tipo de artilugios, técnicas, etc. Como hemos comentado antes vamos a usar un método muy sencillo y práctico, efectivo al 100% y libre de tecnicismos liosos y gastos superfluos que nos supondrían una efectividad igual.
Para la germinación conviene usar algún método con el fin de mantener las semillas en humedad constante, ya que la humedad y la temperatura adecuada (de 20º a 30ºC aprox.) es lo que hace que la cáscara rompa y la raíz asome. Para mayor comodidad, no vamos a aconsejar germinarlas en la misma tierra, y usaremos un método con el que poder tener un control de que tendremos una semilla por maceta, cuál nos ha germinado y cuál no.
Una buena idea es usar una servilleta de papel tipo colhogar o similar, que retengan mucha humedad, (si se hace en algodón se puede liar la raíz con las fibras, pero también sirve).
Acto seguido se moja la servilleta plegada en forma de cuadrado, a un tamaño que pueda albergar las semillas que se pretenden germinar, se ponen las semillas en medio, y se pliega o se enrosca con las semillas dentro, dejando las semillas tapadas sin presionar con el fin de que a parte de la humedad constante también pueda entrar algo de aire.
La servilleta debe estar siempre húmeda, "ni inundada, ni seca", procurando que en los días que esté germinando NUNCA le falte humedad a la servilleta, en este caso un pulverizador a mano es ideal para echar algunas pulverizaciones de vez en cuando, es decir, cuando veamos que la humedad va bajando en la servilleta, y si no queremos pulverizar cada dos por tres, una buena idea es meter la servilleta húmeda con las semillas, sobre un platito pequeño, tapándolo con otro platito y dejando sólo una rendija para que entre el aire.
Con 2 a 8 días aprox. ya deben haber germinado, cuando se vea la raíz (un rabito blanco que le sale a la semilla) con un cm. y medio o un par de cm. y la cáscara medio rota, ya se puede pasar a la tierra, se saca con mucho cuidado, ya que el rabito blanco que sale de la semilla (raíz, tallo) es muy sensible, y sólo con presionarlo un poco se echa a perder.
No asustaros si un día veis la semilla con 3cm. de rabito y la cáscara totalmente rota y asomando los cotiledones, aun así se pueden pasar a tierra.
Si la semilla tarda más de 8 días aprox., o no sale, es porque es vieja o está defectuosa.
Una vez la semilla está en su punto se introduce en la maceta, que anteriormente se habrá llenado de tierra (mejor no llenarla de tierra hasta arriba, siempre dejar 6 o 7 cm. libres de tierra –una vez que las plantas estén grandes puede rellenarse la maceta para asegurar el tallo) y regado un poco para humedecerla (importante que la maceta tenga abajo como un par de cm. de piedrecitas para el drenaje).
Con un palillo o una cerilla hacemos un agujerito largo en la tierra en el centro de la maceta y en éste se introduce la semilla con la raíz apuntando hacia abajo o hacia arriba, de las dos formas la raíz siempre busca su sito y se acopla ella sola a la maceta, pero apuntando hacia abajo se acoplan antes y le ahorramos un curro a la pobre.
Procura que la cáscara esté tapada con sólo un hilito de tierra.
Una vez plantada en maceta, es mejor usar un pulverizador para humedecer la tierra y mantener a la tierra y semilla siempre húmedas en los primeros días de crecimiento, ya que es cuando son más sensibles y una falta de humedad sería fatal para la pobre planta (ella nunca lo haría); y si no puedes andar tres o cuatro veces al día pulverizando agua en la maceta, siempre cabe la posibilidad de mantener la humedad mediante un plástico que no deje que la humedad se evapore tan pronto.
A partir de aquí la planta comenzará a desarrollarse, asomando los cotiledones y su primer par de hojas reales de una punta.

CRECIMIENTO

Antes que nada vamos a dejar claro que este método de cultivo está enfocado al consumo personal y procurando obtener "sinsemilla", por lo que no hablaremos de machos ni de fecundación o polinización... etc. etc.

Desde el momento que la cáscara rompe y asoman los cotiledones, la planta comienza a crecer. Sin embargo aún no necesita atenerse a fotoperiodo de crecimiento, puesto que aún no existe nada verde que se pueda alimentar del sol, por lo que no nos preocuparemos mucho de esto hasta que al menos tengan su primer par de hojas, así lo que más nos interesa en los primeros días es procurar que la tierra esté siempre húmeda y sobre todo en su parte superior que es la que más pronto se seca y donde se encuentra la raíz de la planta en estos momentos.

Partiendo de la base de que hemos plantado en condiciones óptimas, es desde el 2º al 7º día (más o menos) que la semilla está germinada en tierra, cuando comenzaremos a ver el 1er par de hojas reales y asomando el 2º par. Este proceso nos parecerá lento, y también nos parecerá lento el crecimiento hasta que la planta lleve un mes o mes y medio creciendo, que es cuando se dispara el crecimiento de una manera asombrosa, pudiendo ver a veces cómo de un día para otro nos pueden crecer 5, 7, o 10 cm.

Lo normal es que el 1er par de hojas reales sea de una punta, el 2º sea de 3, el 3º de 5, y así hasta 7, 9 u 11 puntas según la variedad de la planta. Si vemos que en el 4º nudo aún son de 3 puntas, o que no siguen este orden, no hay que preocuparse, no se debe a nada grave, únicamente a una pequeña falta de aclimatación que se corregirá conforme vaya creciendo la planta o vayan mejorando las condiciones climatológicas, etc.

Pues una vez la semilla está plantada en tierra, tanto en maceta como en suelo, sólo nos queda cuidarla lo mejor posible y procurar ponérselo lo más fácil que se pueda a nuestras plantas para que nos lo agradezca más. Para esto ya sabemos las reglas del regado, abono... etc. que antes hemos comentado, por lo que teniendo en cuenta estas necesidades no tenemos por qué vernos con problemas, además hay que tener una cosa clara, el cannabis es una planta tan agradecida, que le cuesta más morirse que seguir adelante, mientras seamos cautos y no nos pasemos con abonos y experimentos la cosa irá bien.

Bueno, pues vamos a ver ahora cómo aplicar las reglas de cultivo en cuanto a abono, agua, etc.

Riego
IMPORTANTE (no es necesario poner platos debajo de la maceta).
El riego es una parte importante del crecimiento y la planta en maceta lo pedirá más cuanto más grande sea, o cuanto más calor o más viento haga.
El riego debe ser equilibrado, ya que si nos pasamos enganchamos a la planta al agua, con lo cual pedirá más riego continuamente y se llenará de hojas que en su momento, más adelante, harán sombra a las ramas y cogollos, con lo cual el rendimiento sería algo menor y, por otra parte, si nos quedamos cortos con el agua, la planta puede sufrir, morir, o volverse macho.
Para saber cuándo se tiene que regar existe una técnica simple con la cual podremos guiarnos: se debe hacer cuando se vea que la tierra está seca en los dos cm. superiores de la maceta.
No obstante, si la planta necesita agua urgente nos avisa dejando caer sus hojas y volviéndose como flácidas, pero sin el como. No pasa nada, si la pillamos enseguida, en cuanto la reguemos, al rato vuelve a estar lozana y aquí no ha pasado nada (siempre que no esté muchas horas sin agua, claro).
Cuando llegue la hora de regar, mejor no hacerlo a chorro indiscriminado, para un riego agradecido es conveniente una regadera, o también se puede coger una botella de 2 litros de refresco, de esas de plástico, y hacer en el tapón agujeritos con un imperdible calentado con el mechero, así a la hora de regar se hace con chorritos y poco a poco, regando primero los bordes para que la tierra no cuartee por ahí y deje entrar el aire directo a las raíces, y después por el centro de la maceta y demás sitios.
La cantidad de agua en el riego la piden el clima y el tamaño de la planta. Para guiarnos las primeras veces, podemos regar hasta que veamos que el agua sale por abajo de la maceta y a partir de ahí cada uno que mida cuál es la cantidad buena que necesita.
La mejor forma de regar para que la turba de la tierra y substrato empapen mejor y el agua se reparta bien por toda la tierra es un riego lento, es decir, empezar regando los bordes de la maceta, y luego el centro y los demás sitios, esperar un par de minutos, repetir la operación, y así hasta que termine el regado; aunque tardes 10 minutos en regar la planta, mejor aún, y si pegáis el oído a la planta, incluso escucharéis cómo os lo agradece con pequeñas explosiones en la tierra como si celebrasen una fiesta con fuegos artificiales.
Para evitar cambios bruscos de temperatura a las raíces con el riego repentino, el momento ideal es siempre al atardecer antes de ponerse el sol.

Abono
Una vez que la planta lleva ya unas 2 o 3 semanas creciendo (si la tierra es comercial y ya viene abonada) es momento del 1er abono: los más fáciles son los abonos líquidos para controlar mejor.
Si la tierra donde crecen no está abonada, se puede hacer suavemente cuando aún son más jovencitas, pero eso sí, suavemente ante todo.
El abono que vamos a utilizar es diferente según la época de la planta (crecimiento o floración), por lo que en época de crecimiento se debe usar un abono más rico en nitrógeno que en fósforo y potasio; por lo tanto habrá que fijarse en la etiqueta del producto que sea un NPK 7,5,5 aproximadamente (7 nitrógeno(N), 5 fósforo(P), 5 potasio(K)), y en la época de floración se usará uno menor en nitrógeno, NPK aprox. 3,5,5 (se recomiendan abonos suaves si no sois muy amigos de los químicos).
Para abonar sólo se deben seguir las indicaciones del producto y ya está, pero no conviene pasarse nunca ya que es peor un exceso de abono que un defecto.
Una técnica buena de abono es usar la mitad de la cantidad especificada y abonar más a menudo, por ejemplo, si en esa época en el abono indican un tapón para cada dos litros de agua y cada semana, pues se pone medio tapón cada dos litros de agua y se abona cada 4 días, de esta forma la planta estará alimentada constantemente y no de golpe. (IMPORTANTE: ojo con el exceso de abono, si veis que las hojas se doblan hacia sí por las puntas es que tiene exceso de nitrógeno).
OJO con los superabonos "triple quince" o similares, son potentes pero fáciles para cargarse a la planta si no se tiene cuidado.
También podemos guiarnos por los riegos para saber cuándo abonar, ya que al fin y al cabo con el abono, más que por los días que pasen, es más lógico guiarse por los riegos, es decir, cada tres riegos con dos litros de agua un abono (por ejemplo), así sabemos que después de cada abonado tendremos unos tres riegos más para poder diluir los restos que queden en la tierra y que las raíces lo asimilen mejor. De otra forma si nos ponemos a guiarnos por cada x días, puede ser que entre abonado y abonado las condiciones climatológicas hayan sido más pobres, y sólo haya un riego por medio, por lo que aún no se habrán disuelto los restos del abono, y si abonamos le metemos una sobredosis a la pobre planta y le puede dar un atake.
LO MÁS IMPORTANTE: Es mejor quedarse cortos con el abono, que pasarnos.

Luz
La luz directa del sol es importantísima y determinante, la claridad es buena, si las horas de luz solar son menos de 7 u 8 directas más otras tantas de claridad, la planta crecerá raquítica, lenta, espigada y tendente a convertirse en macho, por lo que cada uno debe elegir el sitio de cultivo teniendo en cuenta esto.
REPETIMOS, se debe procurar que el sol le dé directamente el máximo de horas posibles, y ya que están en maceta, siempre se podrán cambiar de sitio a lo largo del día para aprovechar más el sol directo, y también aprovechar las horas de claridad para rematar. Esto cambia según la época del año, así que cada uno debe buscarse la vida para conseguir que la campeona reciba el nº máximo de horas posibles.
¿Cómo lo hacemos? Pues bien, a ver si con este ejemplo nos situamos...
Se supone que están orientadas al sur... Bien, pues en las primeras semanas, si se cultiva en Enero o Febrero, el sol aún se recogerá pronto y las noches se enfriarán, por lo que si el sol se recoge a las 7, mejor llevarlas a un cuarto y ponerles una bombillita normal de 60 o 100w o un par de tubos grolux #33 blancos de los máximos watios posibles para engañarlas y que no tiren a florecer (esta luz es sólo para engañarlas, no para substituir el sol), y así completar las 16 a 18 horas entre sol y claridad, y además de esta forma quedan a salvo de las bajas Tas de la noche, y pueden mantenerse a una Tª constante día y noche para que no sufra mucho.
Si las plantas notan oscuridad a partir de 12 horas aprox., buscarán la floración en cuanto sean un poco grandecitas.
Ejemplo:
Se sacan al balcón o patio a las 8 de la mañana y le da sol directo de 8 a 18.00h de la tarde, y claridad hasta las 19.00, ya ha recibido 11 horas de sol y claridad, es entonces cuando se meten en un cuarto y se colocan bajo una bombilla normal de 60 o 100w o grolux (no crecerán más rápidas, pero así no se echan a florecer) y se completa unas 16 a 18 h. entre sol y claridad.
(Si os podéis permitir tener una lampara de 400w de HP sodio o una T agro o similar, también os seguirá creciendo a buen ritmo con la luz artificial, o sea, que depende de cada uno).
Una vez llegado finales de Abril o Mayo, si la Tª es buena, se pueden dejar fuera todo el tiempo y ya no hará falta completar fotoperiodo ni meterla a dormir en casita.
Si las plantas están en suelo y en un sitio fijo, habrá que atenerse a las condiciones del clima y desear que no nos venga nada malo, aunque hay cultivadores que con tablas y plástico se construyen especie de invernaderos portátiles de quita y pon, para esos días fríos repentinos, o de viento incordioso que puede maltratar a nuestras campeonas.

Fin de crecimiento
Si cultivamos en una maceta de 25 a 30 cm. diámetro, llega un momento entre 1,5 o 3 meses aprox., (si le ha dado bien el sol y el cuidado ha sido bueno) en que la planta disminuye su ritmo normal de crecimiento porque no hay más tierra en la que meter raíz y casi toda la tierra es pura raíz... (normalmente entre 50, 80 cm. aproximadamente). ÉSTE es el momento de pensar en poner las plantas a floración por nuestros propios medios. No es imprescindible forzar, pero de esta manera nos ahorramos unos meses de cultivo en los que no vamos a lograr nada más.
Bien, pues como decíamos, a los dos meses aprox. la planta se encuentra pletórica, con su tallo central y sus ramas bien formados y estructurados para soportar buenos cogollos (de 60 a 80 cm. aprox. según la medida de la maceta), y es más conveniente ponerlas a floración por decisión propia, aunque también se pueden dejar para que florezcan en su tiempo, en Septiembre u Octubre, pero no es aconsejable en estos casos ya que la planta se quedaría sin tierra para seguir extendiendo raíces y no crecerían más (sin mencionar la esclavitud del regado en pleno verano cuando toda la maceta es raíz), pero bueno, cada uno que haga lo que mejor le parezca.

Entonces que es lo que hacemos ahora¿?¿?... pues pasar a una floración controlada por el usuario... ¿?cómo¿?¿? pues informándose en el siguiente apartado.

FLORACIÓN

La floración de la planta del cannabis es un proceso natural por el cual las plantas hembras (en este caso) se preparan para ser madres antes de perecer, y lo hacen formando sus cogollos con el fin de poder quedarse felizmente preñadas o con el fin de agradecer al cultivador sus cuidados, regalándoles sus mejores frutos; esto lo hacen segregando una resina (qué rica) a través de esos pelillos que vemos, y que las hacen tan guapas y tan relucientes.
En este caso, la hembra entra en el último período de vida, en el cual desarrolla los llamados "cogollos" que es realmente la parte de la planta que se consume para obtener efectos psicoactivos o "colocarse", "ponerse siego", "agusto"... etc.
En su proceso natural, la planta hembra entra en floración cuando entra en la época del año donde las horas de sol empiezan a disminuir y recibe alrededor de 12 horas de oscuridad al día sin interrupción (depende de la variedad), es cuando en un proceso químico del cual no entraremos en detalles, la planta dispara una hormona que hace que comience el proceso de floración.
No vamos a entrar en detalles técnicos para lograr que este apartado sea lo más práctico posible, así que vamos al grano.

Si resulta que cultivas en exterior y suelo, no hay más remedio que esperar a que el clima sea apto para la floración, esto será de agosto a noviembre según la variedad, ya que generalmente las variedades sativas tardan más que las índicas en madurar, en estos casos hay que procurar que las horas de oscuridad no se vean interrumpidas por agentes externos como farolas, luces cercanas de patio... etc. etc.

Si cultivas en maceta, puedes dejarla también a su periodo natural, o hacer que maduren o florezcan por tus propios medios engañándola como se suele hacer con las de interior.

Como se ha comentado antes, en una maceta, si se ha cultivado en Marzo o Abril, no valdría la pena esperar a su época natural, así que es el propio usuario el que provoca esta reacción en la planta y la pone a florecer, o cogollar, o madurar (es la misma acción). ¿¿Cómo se hace?? Por supuesto hay que saber ya si son hembras (ver aptdo. sobre distinción de sexos), y también haber apartado los machos o tirados a la basura o lo que cada uno quiera, ya que si un macho (que no colocan), poliniza a una hembra, los cogollos fumables se convertirán en cientos de semillas no fumables.

Lo más importante en la floración es que la planta reciba alrededor de 12 horas de oscuridad diarias (medida estándar en todas las variedades comerciales) y procurando que las 12 o 13 horas sean todos los días durante el mismo horario. Para esto se debe tener un cuarto donde guardarla todos los días a oscuras sin interrupciones, ya que cualquier interrupción nos retrasaría o putearía a la pobre planta. Esto viene a decir que si la planta se saca al sol a las 8 de la mañana, recibirá sol hasta las 8 de la tarde que es cuando se riega y la encierra a oscuras hasta las 8 de la mañana del día siguiente.
Es recomendable que el día que decidamos poner a floración a la hembra, hagamos un lavado de raíces esa misma tarde para sacar restos del abono de crecimiento, después del lavado se da un pequeño riego con un suave abono que tengamos preparado para floración, y aquí comenzaría el proceso de floración controlada.
Es importante advertir que el aumento de horas de oscuridad diaria de 13 o 14 horas supone una maduración más rápida, pero también supondría un menor rendimiento en cogollos aunque la calidad del producto no cambia.

La floración es un período lento y desesperante para algunos, sobre todo cuando deseamos probar la cosecha; no hay que desesperarse, ya que la planta dedica su tiempo a prepararse en cuanto descubre que las horas de oscuridad son apropiadas, por lo que durante las dos o tres primeras semanas no veremos cogollos buenos ya que, como comprobaremos, en estas primeras semanas la planta empieza a cambiar algunas pautas en su crecimiento, adaptándose a lo que le ha de venir, como una hoja por cada nudo, ramas más gordas para soportar los cogollos... etc.

Con una semana y pico o dos de floración, ya se podrá ver cómo salen los primeros pelillos medio confundidos con los topes del tallo y de cada rama que estarán hechos una amalgama de hojitas pequeñas, aunque no veremos aún ningún cogollo ni el asomo siquiera, ya que es aproximadamente bien entrada la 2ª o 3ª semana cuando se empieza a ver cómo se van formando las cabecitas del cogollo poco a poco, la 3ª o 4ª semana se verá cómo se van extendiendo y haciéndose más compactos, y así hasta el día de la cosecha (las sativas puras o predominantes tardan más semanas, incluso el doble, así que no se mosquee el personal con las plantas en estos casos... jejej). También se puede observar como poco a poco las hojitas que están situadas en el cogollo o muy cerca de él, se van llenando de una especie de gotitas de resina como granitos de polvo de color blanco, que conforme avanza el proceso van cogiendo un color tirando a ámbar muy claro: ésta es la resina (futuro polen fumable) que los "pelillos" van soltando a lo largo del proceso.
También podemos ver cuanto más avanzada esté la floración, cómo las hojas grandes que se encuentran fuera de los cogollos van amarilleando a veces a una velocidad vertiginosa, esto es normal y útil, ya que las hojas se suicidan en favor de la formación de cogollos (cosa que se agradece, ¡¡gracias hojas!!). Por esta razón es importante que seamos cautos a la hora de podar la planta para que le dé más sol a los cogollos de las ramas, ya que si los cogollos se quedan sin hoja verde para alimentarse, la hemos jodido.

Hay que tener en cuenta y se vuelve a recordar, que para la floración hay que cambiar el abono a uno bajo en nitrógeno y alto en fósforo y potasio.
Según la variedad así habrá que tenerla entre 6 o 9 semanas, aunque aki con el sol y el clima de E(PP)aña, en 6 semanas seguro que estarán. IMPORTANTE saber que en floración no se deben mojar los cogollos pues son muy propensos a enmohecer, ni aún en exterior con buen sol sería recomendable porque también el agua podría arrastrar y pelar los cogollos de tricomas, y eso da mucha pena.

OTRA COSA muy importante es que unos 15 días aprox. antes de cosechar, se recomienda suprimir el abono por completo y hacer otro lavado de raíces aunque esta vez no hay que abonar con nada químico después.
Con esto evitamos consumir plantas contaminadas, y además que rasquen mucho al pasar por la garganta. Para esto es bueno usar el ingenio, y como la planta va a estar 15 o 20 días sin vitaminas ni sales ni nada, lo mejor en estos casos es dejar todos los días algunas cáscaras de fruta cortadas a trocitos para que la tierra chupe algo de papeo, y también con esto se puede conseguir un toque un poco más dulce a la hora de consumir nuestros cogollos (o eso dicen algunos), también otra buena idea sería ponerles en el agua de riego el caldo que sobra de cuando hacemos las verduras para la comida.
- Durante la floración las hojas amarillean, secan y caen, esto es normal, y sobre todo en las últimas semanas donde de un día para otro se puede ver amarillear las hojas a una velocidad de escándalo, que nadie se preocupe que así es la vida vale¿?¿?
Y ahora nos preguntamos... ¿?Cómo sabemos cuándo están maduras para cosechar¿?... pues pasando al siguiente apartado...  

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